El pasado jueves 14 de junio se llevó a cabo la vigilia por Ernesto Castillo Páez, y la Joven Guardia se hizo presente no solo para lamentar la ausencia de un compañero, sino también para luchar en contra de la impunidad. Porque las equivocaciones las podemos perdonar, sin embargo las violaciones a los Derechos Humanos NO! Por lo mismo todos los presentes aquel día repetíamos frente al Palacio de Justicia: ¡la sangre derramada jamás será olvidada!. Y no solo la de Ernesto, también la de los más de 150 estudiantes desaparecidos en la época de violencia interna. Nunca callaremos nuestra protesta, y si se comenten más injusticias, al frente y en pie de combate nos tendrán.
escribe: Camilo
2 comentarios:
Compañeros:
La desaparición de Ernesto Castillo Páez sucedió 17 años atrás, pero él sigue siendo un estudiante y un joven de 22 años. No podemos hacernos los locos con estos sucesos del pasado y el presente, no podemos dejar que suceda lo mismo que en 100 años de soledad cuando Jose Arcadio Segundo ve cómo desaparecen un tren con casi 3 mil muertos en el mar y el Estado ficticio procura que nadie hable de lo sucedido. Así sucede en el mundo ... uno sabe la verdad, pero muchos la callan o la olvidan convenientemente y así todos "viven contentos" y el que no calla la verdad es un loco, un safado.
La sangre derramada no será olvidada!
Camila
La mejor memoria que pueden guardar los estudiantes es la que se convierte en acción. Hay que recordar a Castillo Paez y pedir justicia...
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